
Fue uno de los introductores del pensamiento de Gramsci en la Argentina, junto a Juan Carlos Portantiero y José Aricó, con quienes editó la legendaria revista Pasado y Presente. Jorge Tula murió el 30 de agosto de 2008 a la edad de 69 años.
Catamarqueño de nacimiento, Tula comenzó su militancia como dirigente estudiantil en la Universidad de Córdoba, provincia a la que se mudó en la década del ‘60 y donde hizo la carrera de Filosofía. Perteneció al grupo Praxis, de Silvio Frondizi.
En 1976 fue secuestrado por la dictadura. Ya vivía en Buenos Aires, con un trabajo en la editorial Siglo XXI, donde lo fue a buscar el grupo de tareas. Estuvo desaparecido y fue legalizado como preso político en la Unidad 7 de La Plata. Al año siguiente se exilió en México. Allí realizó una importante tarea como editor de Siglo XXI y cofundador de la revista Controversia, que reunió a socialistas y peronistas de la Tendencia Revolucionaria. En México también fundó el Club de Cultura Socialista que, en una notable coincidencia, el viernes a la noche fue disuelto, sólo unas pocas horas antes de la muerte de Tula.
De regreso a la Argentina se integró al Partido Socialista Democrático, como asesor del diputado Alfredo Bravo. Aquí abrió la librería Gandhi, de la que ya se había desvinculado. En 1995 fue concejal de la ciudad de Buenos Aires al asumir la banca que dejó vacante Ernesto Jaimovich.
Formó parte del Comité Nacional del Partido Socialista, donde acompañó la corriente liderada por Jorge Rivas, Oscar González y Ariel Basteiro. Responsable de la Escuela de Formación Política, trabajaba actualmente como asesor en el despacho de Basteiro y estaba editando las obras completas de José Aricó.
Murió en su casa del barrio de Belgrano. Al conocerse la noticia, en la Biblioteca Nacional, donde se habían reunido los artistas e intelectuales de Carta Abierta, hubo un largo aplauso.
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